El sorpresivo regreso de FM Horizonte: cómo un fanático revivió la radio del "una nueva hora comienza"

Fue la emisora de Amalita Fortabat y marcó a una generación a fuerza de música y palabras suaves. Una historia de resurrección.

05/02/2023 6:00Actualizado al 05/02/2023 6:00

Fue la FM más escuchada del país, de las primeras en transmitir las 24 horas, el remanso en el que una voz como del más allá nos avisaba que "mientras tanto aquí, en la gran ciudad, una nueva hora comienza".

Con FM Horizonte los automovilistas reseteaban su estrés de parabrisas y los estudiantes universitarios atravesaban madrugadas musicalizadas con suavidad mientras digerían el contenido de sus libros. Un día la marca desapareció del dial, murió dando paso a Radio Disney, y dejó un tendal de horizonteros huérfanos.

"Hija" del empresario Fernando Marín, nació en 1986, cuando Argentina acababa perder a Jorge Luis Borges en Ginebra y de ganar la segunda Copa del Mundo, en México. Para entonces su futura competidora, FM Aspen no existía (se llamaba Láser) y Lionel Richie era de lo más escuchado en el mundo.

En el 94.3 de la FM, los oyentes podían bucear, hundirse y terminar flotando entre George Michael, Michael Bolton y Paul Young. No había alma sedienta de paz que no buscara el sonido de esa emisora en la que el locutor sampedrino Quique Matavos coleccionaba amigos invisibles.

Los logos de FM Horizonte a través del tiempo.
Los logos de FM Horizonte a través del tiempo.

En 2001, con el país roto, Sergio "Chicho" Soldati, otra de las voces emblemáticas, presintió el final y lloró sobre la tumba de ese medio irrepetible. Había estudiado locución para formar parte exclusivamente de esa radio y el sueño cumplido se hacía añicos. Demoraría 15 años en resucitarla, bajo otro paradigma. Tuvo que luchar por el registro de la marca, aprender de dominios en Internet, aplicaciones, desarrollos.

Con la máquina funcionando ahora otra vez (por www.horizontefm y mediante App para Android), Soldati prepara lo que es un clásico anual desde 2015, la fiesta de Horizonte, un convite en el boliche La City en el que miles de nostálgicos rinden homenaje a esa estación que inspiró a varias imitadores. No es magia. Emprender en un rubro como el radiofónico puede ser una gran lección de perseverancia y de riqueza no medible en términos económicos.

Cómo refundar una marca

​La emisora cuyo nombre que sonaba a futuro, a perspectiva, fue en cierta forma un invento del señor que había importado el éxito de El Chavo del 8, histórico empresario del show business y del deporte, Marín.

Fue él, el mismo que evitó alguna vez la desaparición de Racing, produjo las peleas de Carlos Monzón para televisión y la Copa Davis, quien impulsó lo que sería durante un tramo la radio más sintonizada.

El empresario Fernando Marín (Archivo Clarín)
El empresario Fernando Marín (Archivo Clarín)

La primera denominación fue FM Mundo (por ser la Frecuencia modulada de El Mundo) y se ubicaba en un estudio del edificio de Radio Nacional, Maipú 555. Enseguida llegó la mudanza a Perón 646 y la oficialización del nombre. Se instauró como fecha de nacimiento el 14 de agosto de 1986, día en que al joven locutor Mario Mazzone le avisaron que a partir de ese momento debía decir "FM Horizonte".

"Horizonte era una filosofía. Un ejercicio. No era la radio de clásicos, como mucha gente la recuerda, nunca fue 'oldie', fue de vanguardia", advierte Soldati, egresado del ISER 1992, diseñador web, remasterizador compulsivo, 52 años, empleado de la casa durante siete años.

"Te presentaba las novedades traídas por azafatas o por comisarios de a bordo y cuando el oyente iba corriendo a buscar a la disquería lo que había escuchado, eso todavía no había llegado acá".

Pensada para el segmento ABC1, estratos alto y medio alto, con secciones identificables y seis discos editados entre 1991 y 1996, la radio moldeó un estilo de locución y de escucha. Hubo inolvidables salidas desde Pinamar en temporada estival y hasta un año de vivo desde un distinguido centro comercial de Retiro, en lo que fue el ciclo La tarde del patio Bullrich.

​Melómano, coleccionista, en 2011 Soldati montó una radio digital en su casa de Villa Ballester (Eleven), emisora en inglés que duró dos años y fue la semilla de la vuelta. Los viernes se despachaba con el programa "consuelo" Horizonte, como yo te siento, un homenaje a la marca, y contrató para la artística al mítico tono grave, Matavos. El efecto fue hipnótico.

La melancolía fue viralizándose en redes y ante la respuesta masiva en 2015 Sergio se lanzó a la aventura de reflotar esa casa del aire. El primer paso fue comprar un dominio web (que resultó "demasiado largo y poco amigable para el internauta") y convocar a dos operadores que habían sido las manos mágicas de Horizonte, Adrián Gauna y Coqui Awamori.

Sergio Soldati, el fanático de la radio que refundó FM Horizonte.
Sergio Soldati, el fanático de la radio que refundó FM Horizonte.

El boca a boca hizo lo demás y sin quererlo fue conociendo a todos esos oídos que no habían podido superar el abrupto final de 2001. "Llamé a Martín Wullich, el locutor de 'una nueva hora comienza', a Marcela Giorgi, a Mariel Di Lenarda, al hermano de Juan Alberto Badía y muchos más y todos se iban sumando ad honorem o colaborando. Además, se unió Eddie Sierra, autor de algunas cortinas, y le pedí permiso a Luli Mazzone, la hija de Mario, hoy productora, para saber si me autorizaba a pasar viejas grabaciones".

-¿Cuáles fueron los años dorados de Horizonte?

-De 1986 hasta 1990/91. Los DJ escuchaban Horizonte porque era como una guía musical, los dueños de los boliches no trataban como si fuéramos Los Beatles. En el verano de 1990 la compra Fortabat, Loma Negra, la empresa de Olavarría, que tenía el diario La Prensa. Después de 1993 a la nueva dirección se le ocurre meter temas en español, y los oyentes nos decían de todo. La primera canción que pasamos en español fue Vivir sin aire, de Maná. Todavía no había sonado en La 100.

-¿Y después?

-En 1997 trajeron a Vernaci, a Bobby Flores, a Milagritos (Fernando Peña). Fue un solo año. No es crítica, pero venían de Rock & Pop...

-¿Cómo fue el cierre en un año tan significativo como 2001 y cómo accionaste después de ese shock?

-La radio cerró en febrero. Me di cuenta de que se venía el final cuando contrataron a un ex gerente de Aspen. Yo había elaborado el duelo antes, ya sonaba todo más desprolijo. Un día me llama. Le dije: 'ya sé que me tengo que ir'. Puse una discoteca frente a la cancha de River, me llenaba de trabajo para no pensar. Después del cierre mi vida cambió, quedé desencantado, no trabajé más en radio, no busqué.

-¿Y cómo te reinsertaste?

-Fui la voz de Gran hermano desde 2007 al 2012, fui productor de Telefe (Susana Giménez, Operación triunfo), formé parte de 360 TV. Pero sentía un vacío, que alguien tenía que resucitar Horizonte. Vivimos en una sociedad cronofóbica en donde parece que todo lo viejo fuera malo.

El casete y el CD de FM Horizonte, unos de los tantos compilados que se pusieron a la venta.
El casete y el CD de FM Horizonte, unos de los tantos compilados que se pusieron a la venta.

Una nueva hora comienza...

De la música para volar a la debacle, el archivo y sus artículos amarillentos dan cuenta de cada escalón y cada escollo. Para 1994, por ejemplo, Amalita posaba, de gala, con los discos de Platino que entregaba Sony Music por la venta récord de los discos de FM Horizonte. En esa época, Daniel Sarapina, Coordinador general, advertía en entrevistas que no descuidaban al segmento "C2 y C1, el de bajos recursos".

En 1998, la periodista Olga Wornat denunció que había sido sacada del aire (de 6 a 9) por sus "reportajes políticos" en Horizonte. Para abril de 2001, el edificio ya estaba copado por Minnie, Mickey, Donald y compañía: Walt Disney Latinoamérica tomaba esa frecuencia y lanzaba una radio con Gustavo Yankelevich. Era el final de una caja de resonancia potentísima.

Martín Wullich, la voz del mítico latiguillo una nueva hora comienza, admite que su frase quedó como icono radiofónico. Él atravesó toda la línea temporal de Horizonte, desde la fundación hasta el triste adiós. Trabajaba junto Marcelo Longobardi en El Mundo, le faltaban meses para recibirse de locutor, cuando en 1986, tras coberturas en Nueva York, Miami, París, Roma, Tel Aviv y Estambul, lo tentaron para unirse a la FM de Mundo.

El muchacho era amante de los "Storyteller" y se le ocurrió diferenciarse sumando datos breves, pensamientos, efemérides, que captaran la atención del oyente, con la que resultó una frase mítica. "Fue una licencia poética. Mientras relataba algo, advertía que una nueva hora comenzaba. Tanto gustó que hasta Fernando Peña me llamó para que hiciera algo así en Rock & Pop un par de años", detalla. "Mi frase quedó como marca registrada y hoy cuando hago conducción de algún evento, presentación de producto y demás me piden usarla".

Martín Wullich, el histórico locutor de "una nueva hora comienza"
Martín Wullich, el histórico locutor de "una nueva hora comienza"

"El público de la vieja Horizonte era alguien de entre 30 y 50 años, estimo, que gustaba de la música soft y le agradaba que hasta la publicidad no fuera gritada, ese remanso en el que nada estaba exacerbado".

​Gabriela Rádice, que fue locutora histórica de la casa y además productora, recuerda ese "plácido transcurrir" de la 94.3, a la que su ingresó en 1989, por casting, tras un paso por la contracara, Rock & Pop. Llegó a tener programa propio, El tren, al que todavía le recuerdan por esas secciones separadas por "vagones", como "El vagón de sentimientos", en el que los oyentes enviaban cartas de declaraciones de amor.

"Para entrar me tomaron un casting. En el equipo de producción estaba la hija de Marín. Hice la publicidad del perfume Canoe y como lo pronuncié bien en inglés quedé", rememora Rádice. "Recuerdo haber recibido a Los Maná cuando recién empezaban a tener impacto en la Argentina. Mi hit fue poner una canción que no era del estilo Horizonte, una de AC/DC. Decidí que era romántico hacer sonar You Shook Me All Night Long. Unos meses más y me rajaron, me llegó la carta documento", se ríe.

-Soldati, ¿es una utopía pensar que la radio pueda volver al dial?

-Una utopía es algo que uno quiere, pero no puede realizarse. Lo veo más como un sueño luminoso de todos los que amamos y la mantenemos vigente. Es la gran pregunta que nuestros oyentes nos hacen. Para eso se necesita dinero y resolver las cuestiones legales, normativas. Yo apenas soy un soñador que, por decirlo poéticamente, recién aprende a conversar con las estrellas. Hago todo lo que puedo, pero no es suficiente para llevarla al aire. Hoy la radio no tiene publicidad, no quiero que piensen que uno quiere aprovecharse. Sé que para crecer hay que ceder, tampoco quiero que se use la marca para hacer cualquier cosa. Una confesión: Horizonte es lo que me mantiene vivo. Es algo simbiótico. Nos necesitamos mutuamente. 

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