La ola de Covid sobrepasó los 50 mil casos en un día

AP
Chequeos y vacunas. Un camino armado especialmente en Roma para que los automovilistas se testeen.

El 80% de los casos se concentra en tres distritos: Buenos Aires, la Ciudad y Córdoba, los más afectados.

La escalada sumó un nuevo récord, por segundo día consecutivo, sobre las cifras máximas de la ola anterior y se reportaron 50.506 casos positivos, además de 34 muertes. En la provincia de Buenos Aires hubo 17.759 contagios, Córdoba alcanzó 11.997 y la Ciudad de Buenos Aires, 8.306, siendo los tres distritos que concentran la amplia mayoría de afectados por la pandemia de Covid. Aumentó la demanda de testeos y también la tasa de positividad, que ya supera el 30%. La curva ascendente no impactó aún en los cuadros graves de enfermedad, aunque las internaciones en terapia intensiva subieron 20% en la última semana. El Gobierno analiza dejar de aislar a los contactos vacunados.


El ritmo de la pandemia con la variante supercontagiosa ómicron como protagonista llevó este jueves a 126.888 contagiados en Italia. Los muertos del día fueron 156 que enlutan un fin de año en el que ha desaparecido el optimismo que el país vivía hace menos de un mes, reemplazado por una incertidumbre creciente. El total de fallecidos desde que comenzó la pandemia en febrero de 2020 se empinó a 137.247 víctimas, el más alto de los 27 países de la UE.


Desde las primeras horas de la tarde se filtraron noticias provenientes de los datos elaborados en las veinte regiones italianas, que confirman otra jornada difícil por el gran número de contagios. El dato se contrapesa por la mucho menor cantidad de enfermos graves y muertos con respecto a diciembre del año pasado, cuando los decesos diarios no bajaban de 500-600 personas con mucho menos infectados que hoy.


Esta realidad reconfortante se debe en primer lugar a la vacunación masiva que ha llegado al 85,76% de la población mayor de doce años y a la convicción de que al menos hasta ahora la variante ómicron se confirma menos letal que Delta o las otras que la precedieron.


Los datos finales confirmaron récords sin precedentes en las principales regiones. En Lombardía (Milán) los contagios llegaron a 39.152, en Piamonte (Turín) 11.515, en Campania (Nápoles) 11.492. En Roma, la mayor área metropolitana del país, hubo solo 2.872 contagiados, gracias al muy alto nivel de vacunación.


Los 126.888 de este jueves en todo el país fueron precedidos por un crescendo impresionante. El martes y el miércoles el estallido de la cuarta oleada del corona elevó las cifras a más de 78 mil y más de 98 mil, respectivamente.


El miércoles el subsecretario de Salud, Paolo Sileri dijo que “hay que esperar que cientos de miles de personas se infecten en las próximas semanas”. El gobierno anunció medidas para tratar de contener la oleada virósica empujada por ómicron y enderezar los problemas añadidos que crea esta avalancha de contagios.


El Consejo de Ministros aprobó acciones urgentes para poner orden en el descontrol que provocan las medidas de aislamiento de los contagiados y de lo que han mantenido con ellos “contactos estrechos”.


Unos dos millones y medio de italianos cumplen con el aislamiento, mientras un verdadero ejército de 650 mil contagiados activos se atienden en sus domicilios. El problema es evitar una presión excesiva sobre el sistema hospitalario.


El director de la Fundación Gime, Nino Carabellota, explicó que en la semana navideña los contagios crecieron 80%. Los cálculos de este jueves se basaron en más de un millón de testeos. Como el desorden en la realización de los testeos forma filas interminables ante las farmacias y otros lugares donde se realizan las pruebas, se dispuso que aquellos que han recibido la tercera dosis de refuerzo de las vacunaciones están eximidos de someterse a la cuarentena y también aquellos que han sido vacunados de las primeras dos dosis hace menos de cuatro meses.


Con la intención clara de seguir acorralando a los que se niegan a vacunarse, que son unos seis millones, se estableció que los que hayan sido contagiados hagan una cuarentena de diez días y que al final se sometan a pruebas de control.


La campaña contra los no vacunados se intensificó con la creación de un Super Pase Sanitario que impide a reacios a las vacunas utilizar los medios de transporte público, desde los subtes y los tranvías a los trenes de larga distancia y los aviones. Los no vacunados ya estaban excluidos de los bares, restaurantes, cines, teatros, salas de espectáculos y estadios deportivos. Pero podían consumir en los bares si no se sentaban en las mesas. Se dispuso que desde ahora solo podrán comprar sus vituallas y llevárselas.


El tema prolongó las reuniones previas al gabinete ministerial por las discrepancias entre los partidos. Las derechas se opusieron a que el nuevo Pase Sanitario se extienda a todos los trabajadores públicos y privados. Pero el premier Mario Draghi logró imponer la veda de los transportes públicos a los antivacunas, que ahora deberán llegar en automóvil o a pie a sus lugares de trabajo. Falta aún la medida más extrema, que está en el aire: la obligatoriedad de vacunación a todos los habitantes.


Otra medida importante es la obligatoriedad de la mascarilla FFP2, con capacidad filtrante, mucho más segura que las llamadas quirúrgicas que son las más usadas.


El gobierno ha decidido movilizarse para obtener precios especiales para los tapabocas con esas características especiales que son, después de la vacuna y la voluntad personal de evitar los contactos humanos, los elementos más seguros, junto con el lavado de las manos, para evitar los contagios.

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